
Se trata de la novela breve Las hermanas Bunner (publicada en la editorial Contraseña en 2012, con prólogo de Soledad Puértolas),
de la escritora neoyorkina Edith Wharton (1862-1937), más conocida por ser la
autora de La edad de la inocencia.
Esta obra, escrita con una prosa elegante y sencilla,
literariamente cuidada y excepcionalmente bien traducida por Ismael Attrache, cuenta la historia de
dos hermanas solteras que viven una existencia “gris” y rutinaria pero confortablemente
tranquila y previsible en un humilde barrio del Nueva York de comienzos del XX.
Un día, de forma casual, aparece en sus vidas un hombre que poco a poco irá
adquiriendo protagonismo y que acabará transformando la existencia de las dos mujeres.
El relato desarrolla un fino análisis psicológico al mismo tiempo que retrata
de forma acertada y realista un pequeño grupo de personajes y su existencia
cotidiana. El narrador nos sitúa en la perspectiva de la hermana mayor para hacernos seguir, desde su visión, una historia que desde el comienzo se adivina como profundamente triste. A través de este relato, que atrapa desde el comienzo -al menos a mí- se tratan temas como el amor fraterno y el
sacrificio por los demás, la contención de los propios sentimientos y el deseo o la necesidad de amor.
Aunque no os voy a desvelar más, me gustaría, para concluir,
comentar una última cosa: fue uno de esos libros que, al terminar, nos
despiertan el deseo de volver a comenzar a leerlos, pues la historia se
contempla desde otra perspectiva una vez que conocemos no sólo el desenlace,
sino también detalles e informaciones que el narrador se reserva hasta el
final.