lunes, 16 de julio de 2012


“Arma virumque cano”, canto a las armas y al hombre: no es políticamente correcto, demasiado bélico.

“A ti puedo hablarte, hermana, como a ninguna de mis verdaderas hermanas de raza”: feminismo, crítica de la discriminación racial,… todo lo contrario, demasiado políticamente correcto.

“Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero poseedor de una gran fortuna necesita una esposa”: parece un anuncio para encontrar pareja.

“Anoche soñé que volvía  a Manderley”: así empezaría una sesión con el  psicoanalista.

“La heroica ciudad dormía la siesta”... y dos páginas después, los lectores también.

Estoy buscando una manera de empezar la primera entrada de este blog y he pensado que, como vamos  a hablar en él, entre otras cosas, de literatura, cine, arte y, en general, de cualquier cosa que nos apetezca, lo más adecuado sería empezar con una cita literaria, el comienzo de una obra famosa. Para mí, el principio de una novela es esencial para saber si me gustará o no. Me pasa lo mismo con el cine; no me gusta ver las películas cuando ya han empezado, aunque sólo me haya perdido la primera escena, porque es esa primera escena en la que se establece el planteamiento, y si  no lo veo, no disfruto igual del nudo y del desenlace.

Creo que voy a inclinarme por el inicio del libro que estoy leyendo, Historia de dos ciudades:

Era el mejor de los tiempos,
era el peor de los tiempos,
era la edad de la sabiduría,
era la edad de la locura,
era la época de la incredulidad,
era la época de la fe,
era el siglo de la luz,
era el siglo de la oscuridad,
era la primavera de la esperanza,
era el invierno de la desesperación.

En resumen, decimos Dickens y yo, era una época parecida a la actual.



2 comentarios:

  1. Me gusta la cita seleccionada como apertura del blog. Sí, lo mismo valdría para la época actual y también, probablemente, para todas.
    De todas formas, respecto a las otras referencias literarias, sólo quiero apuntar que, más allá del gusto y opinones de cada uno, también hay lectores -entre los que me cuento- que leyeron la Regenta no con aburrimiento sino con entusiasmo y fascinación por el mundo que construye y sus personajes.

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  2. Siempre es el mejor de los tiempos y siempre es el peor de los tiempos porque en todas las épocas aflora, con mayor o menor intensidad, lo mejor y lo peor del ser humano. Excelente inicio; aunque el mérito principal sea de Dickens la traducción mantiene el nivel.:-)
    Como alguien a quien le encantan los principios (de hecho en las sagas las primeras partes suelen ser mis favoritas) coincido en que el principio de una obra es fundamental. Siempre he pensado que un buen principio y un buen final pueden marcar la diferencia entre una obra que te gusta y una que se te graba en el corazón.

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