martes, 1 de enero de 2013

El hombre tranquilo

Si me preguntasen qué palabras asocio a la película "El hombre tranquilo", serían música y color. Música, porque es una de las pocas películas cuya banda sonora podría reconocer sin dudar, unas melodías bucólicas, alegres y melancólicas a la vez como suele ser la música popular; y color porque el verde de los campos de Irlanda y el rojo del pelo de Maureen O'Hara son tan protagonistas de la película como los propios actores. Es un retrato de una Arcadia feliz, un paraíso rural en el que no hay nada que no se pueda solucionar con una buena riña, eso sí, sin que llegue la sangre al río. Cuando termino de verla nunca dejo de sentirme más feliz, optimista y contenta con el mundo que dos horas antes; es el mismo efecto que me producen las películas de Frank Capra.

Escribo esto porque, según aparece en un artículo de ABC, se acaba de publicar en español el libro del mismo título en el que se basó John Ford para el guión. Sería interesante leerlo y comprobar si está a la altura de la película.

3 comentarios:

  1. Tomaré nota del libro, pues podría ser interesante. Pero lo que más me apetece leyendo esta entrada es volver a ver la película, que creo que conozco pero de hace tantos años que sólo me queda un recuerdo más bien borroso.
    (soy Kharis, firmo como "anónimo" por un problema puntual en el acceso con mi cuenta para este blog)

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  2. Entonces la apuntamos a la lista de películas para hacer cineforum, ¿eh?

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  3. Sin duda, apuntada queda. Es una de mis cinco películas favoritas, nunca me canso de verla e Innisfree tiene un lugar de honor en la geografía de mi imaginación, pero esto para una entrada.
    No sé si querría leer el libro; es una película que tengo tan idealizada que no sé si soportaría que una historia más amarga o melancólica lo enturbiase, si entendéis lo que quiero decir.

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